martes, 1 de mayo de 2012

Y utilizaron la luz: Tadao Ando (3 de 3)

El arquitecto japonés Tadao Ando ha utilizado la luz como un material más en sus edificios, y concretamente en su Iglesia de la luz (1989), que se encuentra en Osaka (Japón). En la pared del altar domina un vano con forma de cruz, lo que hace que se filtre una gran luminosidad en el templo. Y no sólo eso, sino que el hueco en el muro se transforma en una “cruz de luz” que es el elemento más representativo del conjunto arquitectónico.
La cruz dota al interior de la iglesia de cierta espectacularidad, pero todo de una forma muy sencilla. Esta es la principal característica de los edificios de Ando, siguiendo así la máxima de Mies Van De Rohe: “menos es más”. Esta sencillez la consigue por medio de formas geométricas y por los materiales utilizados (hormigón y madera). En la iglesia que estoy tratando, hay que sumar como elemento la luz y gracias a esta conjunción se logran espacios trascendentes, que emiten sensaciones positivas. He de apuntar que es un tipo de arquitectura en la que uno ha de sumergirse. 

En mi opinión el edificio sigue la tradición japonesa (combinada al movimiento moderno) ya que traslada los dos ideales estéticos del karensui o jardín zen: la simplicidad elegante y la belleza del vacío. Tiene mucho que ver con el taoísmo, en donde el vacío es la “parte útil de las cosas”. Y es que justamente la cruz (la parte vacía en la iglesia) es de gran utilidad por que ilumina toda la sala y de forma metafórica es medio de salvación.

Tadao Ando, que fue autodidacta, usa hormigón liso con las marcas del encofrado visibles, ya que de esta forma sirven como superficies para captar la luz.

Si hay alguien capaz de captar la espiritualidad en la arquitectura es Ando. En la Iglesia de la luz las paredes sirven como aislante del mundo exterior (estresante y ruidoso) del interior, en el que fluye la calma y la serenidad; logrando así un lugar  para la meditación. Hay quien pueda tachar de simplista al arquitecto, pero es justamente esa austeridad la que transmite paz y de ahí viene el valor de esta obra de arte. Todas estas características realzan el acto litúrgico; no paro de pensar en lo fascínate que  debe ser una misa ahí.

 El arquitecto japonés con su iglesia equipara tres conceptos: luz = cruz = Dios. Es de aquí de donde surge toda la significación del edificio.

Tadao Ando con su Iglesia de la luz, Caravaggio con La Vocación de San Mateo y Bernini con El éxtasis de Santa Teresa han utilizado la luz como elemento principal de sus obras, pero no una luz cualquiera, sino una llena de significado. En estas tres obras la luz es Dios: es una llamada, es fulgor, y es paz y salvación.

2 comentarios:

  1. estas realizando un gran trabajo... temas de interés, actualidad... de lectura rápida y amena,constructiva... para noveles, profesionales... animarte a continuar

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    1. Muchísimas gracias, comentarios como este animan a seguir escribiendo. Quizás por exámenes los posts sean menos frecuentes, pero sigo con mil ideas en la cabeza y sobre todo teniendo una exposición de Hopper en el Thyssen cada vez más cercana

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