lunes, 16 de julio de 2012

Café Sólo


Qué es un café, sino un lugar en el que convergen historias, sentimientos, opiniones, en definitiva gente. Y es que antes también era habitual la confluencia cultural, lo cual se ha ido perdiendo, quedando solo unos pocos  como el café Gijón en lo que a literatura se refiere  (de hecho ha estado a punto de extinguirse).

Pero ante todo es algo cotidiano que artistas como Hopper, Van Gogh o Montesol han querido plasmar. Han pintado más de una cafetería pero en concreto hablaré de Halcones de media noche, Terraza de café por la noche y Café de Oriente. Gradualmente irá aumentando el sonido en estas obras, pasando por los silencios del artista norteamericano, al sonido ambiente de la calle de Vincent y al bullicio de una cafetería llena de Montesol.

En Halcones de media noche prima el silencio, quizás un leve ruido con lo que esté haciendo el camarero, pero no hay palabras, es un sonido hopperiano. Sus personajes son “mudos” pero caracterizados por una gran profundidad. Qué estará pensando el hombre del cigarrillo o la mujer, que sostiene un objeto, no tanto fijándose en él, sino como un acto instintivo mientras piensa. Esto también se puede ver en  Habitación de Nueva York (1932) en donde la mujer, un tanto abstraída, está tocando una tecla del piano.

Otro aspecto importante es que en este lienzo hay un solo foco de luz (la cafetería) que ilumina toda la calle y alrededor de la cual se reúnen unos pocos, como polillas que se sienten atraídas por la luz.
Van Gogh con su Terraza de café por la noche juega con el mismo efecto atrayente de la luz del farol. Pero hay un elemento más de iluminación: las estrellas. Este será el primer cuadro en el que incluya este tipo de cielo.
La banda sonora de este cuadro tiene mayor volumen: la conversación de la gente en la terraza, los cascos de un caballo, los pasos de alguien paseando... Pero son sonidos que emiten la tranquilidad de una noche agradable. La obra contagia el sentimiento que en ese momento tenía el pintor. Vincent había escapado de la vida frenética de París viajando a Arlés, un pueblo al sur de Francia, para descansar y reposar los conocimientos adquiridos en la capital.
Este ambiente sosegado se refuerza por la calidez del farol que emana pintura amarilla, el color preferido del artista. Cabe destacar la tonalidad del cielo, que el genio retrata con un azul casi eléctrico, sin apenas uso del negro como sería de suponer. Lo que consigue en este cuadro es el contraste por medio de colores vivos y no a través del claro-oscuro. De esta forma hace que proyecte al espectador una sensación de noche despejada.

En este caso el pintor holandés también utiliza la perspectiva para transmitir esa calma, ya que es un espacio abierto, que no agobia. Como ya he dicho Van Gogh pinta según lo que siente y es que son esas pinceladas gruesas, sus características estrellas o el esbozo de las personas las que sirven de canal para dicho fin. En palabras del autor: “Mi gran anhelo es pintar inexactitudes”.

En el Café de Oriente de Montesol llegamos al bullicio típico de una cafetería en “hora punta”. En esta litografía a cinco colores, se remarca el ajetreo por medio de los numerosos trazos y por la gran cantidad de objetos en escena. En esta obra se aprecia cierta tendencia del pintor hacia el cómic ya que ha dedicado parte de su vida a este arte, como por ejemplo con Speak Low  su última novela gráfica.

En estas tres obras los espacios son muy distintos y refuerzan las emociones que el artista ha querido plasmar. En Halcones de media noche el exterior remarca la soledad del interior y es que estos dos volúmenes se hacen uno mediante la cristalera. Este ventanal diluye el interior en el exterior. Todo lo contrario a la obra de Montesol, en donde los personajes están en un lugar cerrado, aumentando de esta forma la sensación de lleno. De hecho parece que hay más gente que en el cuadro de Van Gogh que es un exterior y en donde hay un mayor número de personas

Resumiendo, en cada cuadro el tratamiento del espacio y el sonido transmiten diferentes sensaciones: en Halcones de media noche la soledad; en Terraza de café por la noche la tranquilidad de una terraza en un pueblo francés; y en Café de Oriente el bullicio y el entretenimiento que puede encontrarse en una cafetería.

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