El David
y el Baco ebrio de Miguel Ángel
son dos obras opuestas, que no distintas. Por una parte está Baco, dios del
vino (temática mitológica), y por otra parte David, el joven pastor bíblico.
En cuanto a la postura podemos ver al
dios del vino un tanto inestable (por esas copas de más), incluso podemos
imaginar que si diera un paso más, probablemente se tropezaría. Esta
inestabilidad y dinamismo se enfatiza con el pequeño sátiro que se encuentra a
los pies de Baco, formando la escultura en su totalidad una espiral. Mientras
que David está bien sereno en la tierra, sobrio. Pero eso sí, en tensión,
analizando a su enemigo y viendo sus posibilidades.
Y eso me lleva a hablar de la mirada de
ambas esculturas. David mantiene un gesto sereno, profundo, dudando de si será
capaz (él un simple pastor) de vencer a Goliat. En Baco apreciamos…… una mirada totalmente perdida,
por la que podemos ver que está pensando en más vino.
Me refería a que no son distintas porque
son dos cuerpos anatómicamente perfectos, pero ahí es donde está otro de los
motivos por lo que son opuestas: El Baco
ebrio tiene un cuerpo castigado por el alcohol y por las fiestas. Mientras
que El
David tiene un cuerpo atlético, de alguien sano y joven, que simboliza las
virtudes humanas y a Florencia. Uno es
un signo de fiesta y decadencia, y el otro de libertad; de la victoria del
pueblo sobre la tiranía. Pero sobre todo es símbolo del Renacimiento, de la
concepción humanista de la época, en donde el hombre es el centro.
Es curioso que de un bloque de mármol
imperfecto, ya empezado y que no era del gusto de Miguel Ángel, pueda salir una
obra tan perfecta, que a mí cuando la vi en la Galería de la Academia me dejo
sin palabras. (Por cierto, el mejor sitio para quedarte un rato embobado y
apreciando dicha figura es en una esquinita según miras al David a la derecha).
De las cosas que más impresionan son los detalles anatómicos (como las venas)
que hacen que parezca tener vida.
Pero no menos importante es el hecho de
que de un bloque seguramente elegido por Miguel Ángel, sin fallo alguno, pueda
dedicarlo a la imperfección, pero a una imperfección
totalmente perfecta
El David de Miguel Angel tiene defectos en cuanto a proporciones (es cabezón y tiene unas manos grandes) incluso una pierna es mas ancha que la otra. Eso también pasa con el Moisés, pero esas obras tienen tal fuerza que no nos damos ni cuenta de esos defectos. El David muestra la concentración antes de la acción algo muy diferente al David de Bernini que está en plena acción.
ResponderEliminarNo sé si sabes que Miguel Angel se dedico a falsificar esculturas clásicas antes de hacer el Baco y que en esta obra intenta copiar ese estilo. La diferencia entre ambas obras es la intención del artista y como expresa esa intencionalidad. El cuerpo de Baco es más femenino en cuanto a las formas, más suaves y menos musculado. El David es un cuerpo más masculino, más fibrado.